Cómo lavar los bañadores y bikinis

 

Ha llegado el verano y todos tenemos ganas de ponernos nuestro bañador y salir a la playa y a la piscina. Pero es posible que, de un año a otro, hayan perdido color o estén algo deformadas; ¿qué ha podido pasar?

En el blog de La Casa Tecno, te vamos a dar unos consejos para que puedas mantener tus bañadores como el primer día; y que todo el mundo debería seguir. ¡No te pierdas ni un detalle!

 

Cuidados de las prendas de baño

Lavado

Lo mejor es que una vez salgamos de la piscina o de la playa, deslavemos los bañadores con agua fría o templada, para eliminar los restos de cloro, de arena y de sal que hayan podido quedar. Así evitaremos daños en los tejidos.

Para eliminar posibles manchas de crema o del agua de mar, por ejemplo, lo más recomendable es enjuagar con un jabón neutro a mano, y escurriéndolo con delicadeza, sin hacer mucha fuerza para extraer el agua.

Antes que nada, comprueba siempre las etiquetas para conocer si es posible el lavado a máquina, ya que hay tejidos y composiciones que no lo permiten y podrías estropear tu bikini favorito.

Si no tienes tiempo o ganas de lavarlos a mano, la lavadora puede ayudarte aunque no sea lo más recomendable para hacer muy a menudo. Para ello siempre en temperaturas frías o con agua tibia, no más de 30ºC, y en programas delicados. No te olvides de meterlo dentro de una red o saquito para lavadora, así no se engancharán con el resto de la colada o a sí mismo.

La frecuencia de lavados en la lavadora dependerá de ti, pero lo mejor es una vez a la semana aproximadamente, con un uso normal y cuando no tengamos manchas. Y aunque tengamos la costumbre de lavarlos siempre a mano, un lavado semanal en nuestra lavadora nunca les vendrá mal.

 

Secado

Para este tipo de prendas no sirve la premisa como en el resto de ropa de si lo secamos al sol, mejor se secará. Los bañadores son delicados, así que lo mejor es que se sequen a la sombra y con buena ventilación, para que los colores no se destiñan y sigan tan saturados como el primer día. Lo mejor es colgarlos dados la vuelta para que, en caso de que no podamos tenderlos a la sombra, el sol los dañe lo más mínimo.

Si no tienes tendedero, puedes secarlo entre un par de toallas para presionarlo y que absorban la humedad restante. O si en cambio tienes mucha prisa para que se sequen, al aire frío de una ventana abierta o un secador de pelo son mejores opciones que dejarlo expuesto al sol.

No los estrujes con demasiada fuerza porque puedes llegar a deformarlo. Los tejidos de los bañadores, aunque resistentes son a la vez delicados, así que pueden perder elasticidad si no los tratamos con cuidado. No laves nunca en seco ni uses secadoras eléctricas.

 

Guardar

Es imprescindible que estén perfectamente secos, como todo el mundo sabe, la humedad puede hacer que aparezcan malos olores o incluso hongos y bacterias aparezcan en los tejidos.

Evita guardarlos con arena entre los tejidos, cuando por ejemplo hay oleaje fuerte o viento en la playa, la arena puede colarse y luego es complicada de sacar. Para eliminarla puedes frotar con un cepillo, estirando a su vez el bañador o dejándolo a remojo con agua y jabón líquido para que la arena se desprenda lentamente, aunque no durante mucho tiempo.

Si ya no vas a utilizarlos más hasta el año que viene, lo recomendable es lavarlos por última vez, tal y como hemos comentado antes: a mano y con agua fría y templada junto con jabón neutro. Dejarlos secar al aire libre antes de meterlos a una bolsita.

No los aprietes demasiado para guardarlos todos en un mismo sitio, es mejor que estén más libres.

 

Recuerda:

  • Lo mejor es contar con dos bañadores, si tenemos previsto pasar mucho tiempo en la playa o en la piscina para que la tela pueda “descansar”.
  • No planches nunca los bañadores y bikinis, no es necesario. Las telas están pensadas para ser duraderas y no arrugarse.
  • Evita envolverlo entre las toallas cuando ambos estén mojados, ya que pueden contener cloro y químico que lo dañen.
  • Tampoco los introduzcas en bolsas de plástico, el exceso de humedad puede dañar el material y crear moho.
  • Si vas a utilizar tu bañador en un jacuzzi o en un spa, recomiendan utilizar aquellos bikinis o bañadores que no sean tus favoritos y que puedan “sufrir” algo más, debido a la cantidad de cloro de los spas o las altas temperaturas de un jacuzzi.
  • Enjuaga tu traje de baño después de cada uso, incluso si no entras a la piscina.
  • Utiliza siempre agua fría o templada para lavarlo. El agua caliente puede hacer que encoja.
  • Si utilizas la lavadora, no eches suavizantes ni detergentes que no estén pensados para prendas delicadas. Estos productos contienen compuestos agresivos que se comerán los colores y los tejidos.
  • Los bordes de las piscinas están hechos de materiales abrasivos para que no te resbales cuando andes por ellos. Evita sentarte en ellos o apoyarte, pueden rasgar los tejidos y hacer que aparezcan bolas.

 

¿Sigues todos estos consejos cuando empieza la temporada de baño o tienes alguno más? ¡Cuéntanoslo todo!

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