Preparar comida sana, rica, libre de grasar, saludable y con todos los nutrientes se vuelve muy sencillo utilizando el horno de forma eficiente y como aliado para controlar las calorías conservando el sabor, además, no requiere de mucha dedicación.
Sin embargo, a la mayoría nos asuta utilizar el horno porque desconocemos lo que puede llegar a consumir y por eso dejamos ese pollo al horno que tanto apetecía, para una ocasión más «especial». Pero, aunque no es el electrodoméstico que más consume en el hogar, está por debajo del frigorífico y la lavadora, desde La Casa Del Electrodoméstico te vamos a dar algunos tips para ahorrar energía y sacarle el máximo partido a tu horno, porque nunca está de más lograr una mejor eficiencia energética.
Potencia del horno
Al igual que otros aparatos domésticos, la potencia es muy importante para determinar el consumo de energía ya que a más potencia más consume. Un horno normalmente tiene una potencia de entre 900 y 3500 vatios, aunque los diferentes modos y funciones pueden necesitar más o menos potencia, de media, un horno promedio suele consumir 1.5 kW/h en su uso normal, es decir, si lo utilizamos durante una hora consumirá 1500 vatios.
Cocina varios platos a la vez
Si lo que buscamos es ahorrar energía, una buena manera de hacerlo es cocinar varios alimentos a la vez, pero sin abusar del espacio para no modificar su temperatura.
La mayoría de los hornos son lo suficientemente grandes para poder introducir varios platos con recetas al mismo tiempo y hacer un 2×1 ahorrando dinero, tiempo y energía. Es decir, puedes cocinar el pollo y la guarnición de verduras por separado, pero a la vez, sacándole el máximo partido a tu horno.
¡Ojo! No lo satures o de lo contrario la temperatura no circulará de forma correcta.
Cómo utilizar el espacio:
- La parte superior del horno concentra más temperatura, por lo que es ideal colocar ahí los alimentos que necesitan una cocción rápida o un gratinado.
- En la parte central puedes poner alimentos como el pescado que no necesitan de mucha cocción.
- En cuanto a la parte inferior, es el lugar perfecto para las cocciones lentas como los asados.
No abras la puerta todo el rato
Mientras cocinas, procura no abrir la puerta constantemente ya que de esta forma se perderá el calor y el horno requerirá de más energía para mantener la temperatura. Por lo tanto, se trata de disminuir las veces que abrimos la puerta para comprobar el estado de nuestra receta para hacer un uso más eficiente de nuetsro horno.
Pre – cocina las verduras
Un truco muy bueno que nos permite ahorrar energía es hervir las verduras unos minutos antes de cocinarlas al horno. Así reducirás los tiempos de horneado y obtendrás unos resultados interesantes.
Corta los alimentos en trozos pequeños
Si cortamos ese pollo en trozos pequeños o si la lubina la fileteamos, ahorraremos mucha energía ya que el tiempo para cocinarse se acorta, a cuanto más pequeño el trozo, menos tiempo necesita para estar listo. Hornear la misma cantidad de un alimento, pero en pequeñas porciones, es una muy buena manera de ahorrar tiempo, dinero y energía. Saldrá igual de rico y mucho más fácil de emplatar.
Aprovéchate del calor residual del horno
Tras apagar el horno, el calor se mantiene por unos minutos, por lo que puedes apagarlo cuado veas que a tu receta le quedan menos de 10 minutos para terminar la cocción. Además, si lo que necesitas es calentar algo más a parte, puedes utilizar el calor residual para calentar otros alimentos en lugar de tirar del microondas. ¡Ahorrarás mucha energía!
Apuesta por recipientes de vidrio o cerámica
Es fundamental elegir un recipiente adecuado para sacar el máximo partido a nuestro horno. Por ello, recomendamos utilizar recipientes de vidrio o cerámica que necesitan mucho menos tiempo para calentarse, por lo que no será necesario calentar el horno tanto tiempo.
Otra opción son los recipientes de metal indicados especialmente para hornear ya que se calientan con rapidez, perfecto para recetas que requieren de gran temperatura en poco tiempo.
Descongela la noche anterior
Si vas a preparar un plato con comida congelada, lo mejor es que no esperes a llevarlo al horno para que se descongele. Déjalo durante la noche a temperatura ambiente y así conseguirás ahorrar aún más tiempo y energía. Tu bolsillo lo agradecerá.
El mantenimiento es importante
Puede parecer una tontería, pero mantener una adecuada limpieza y hacer pequeñas revisiones periódicas mejoran mucho el ahorro energético de este electrodoméstico.
Mucha suciedad acumulada puede hacer que el calentamiento de la resistencia no se distribuya uniformemente dentro del horno. Además, los hornos se componen de muchas piezas y al igual que cualquier otro electrodoméstico, con el tiempo se pueden estropear y aunque nos resulte todo un mundo cambiarlo, es esencial tener un horno en buen estado para sacarle el máximo partido.
Puede que por el uso la puerta no cierre corectamente, que el termostato no esté equilibrado o que el ventilador falle, si ves algo que no cuadra, debes solucionarlo antes de que vaya a más ya sea comprando otro o haciendo uso de la garantía, etc.
Si cuidamos nuestro horno, alargaremos su vida útil y haremos que consuma menos energía.
Si tu horno cuenta con un programa de autolimpieza, utilízalo de forma inteligente; pon el programa justo después de haber utilizado el horno, de esta forma estará ya caliente, por lo que no es necesario tanto tiempo y energía para alcanzar la temperatura que exige el programa de autolimpieza para eliminar la grasa y suciedad.
Elige hornos eficientes
Los electrodomésticos con una clasificación energética alta, por lo general implican una mayor invesión inicial, sin embargo, merece la pena apostar por etiquetas A o B ya que a la larga nos permitirá ahorrar energía y sacarles un mejor rendimiento. Además, ayudarás a disminuir el impacto ambiental.
Aprovecha las horas baratas
Otro método que nos ayudaría a ahorrar sería utilizar el horno en las horas valle, es decir, de las 12 pm hasta las 8 de la mañana. Aunque puede ser un horario incompatible con las horas de la comida y cena. Por ello, la segunda opción es utilizar el horno en las horas llanas, es decir, entre las 14 h y 18 h para la comida, y de 22 h a 00 h para las cenas. Ten en cuenta también, que los fines de semana y festivos el horario valle dura 24 h. ¡Genial!
Olvídate del papel de aluminio
Aunque poner papel de aluminio dentro del horno en la parte iferior o en los laterales, puede parecer buena idea para recoger la grasa o las salsas, la verdad es que la superficie reflectante del papel altera la distribución homogénea del calor y además, puede obstruir el ventilador del horno. No es nada recomendable.
Invierte en tecnología
Que el consumo energético no sea un motivo para no utilizar el horno y preparar esas deliciosas recetas que se te antojan. Es evidente que no es lo mismo una reliquia de horno que uno de última generación. Por ello, si tu horno es de esos y crees que le ha llegado la hora, plantéate invertir en uno nuevo más moderno, el ahorro puede ser hasta palpable en la factura.
Usa tu horno sin cargos de consciencia y sin miedo a arruinarte siguiendo estos sencillos consejos. ¡A por el delantal!
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